Corría el viejo sapo
en las calles del invierno
una jauría de miedos
lo perseguía con ira
un negro bigote
le devolvía las fuerzas
tres preguntas torpes
lo espiaban desde afuera
presagios del viento
rozaban su cara
murmullos de sueños
lo golpeaban con varas
El gran cuervo esperaba
en un oscura esquina
con relojes de plata
y una sucia silla
se encendía la noche
tras sus pisadas
su corazón como un bote
temblaba y temblaba
un dulce recuerdo
le rompía la frente
mil millones de soles
inundaban su cara
Se abalanzo el negro cuervo
sobre el sapo asustado
mas las estrellas del cielo
su vuelo trucaron
cuchillos de luces
sus alas cortaron
el cuervo de bruces
rasguño el asfalto
El sapo silente
contempló lo pasado
una tenue sonrisa
germinó en sus labios
las tres preguntas torpes
enterraron al pájaro
bajo un mar de tierra
y una isla de asfalto
El invierno se hizo amigo
y los invito a festejarlo
con empanadas de pino
y un vino añejado
cantando canciones
besaron el alba
de aquel día azul
que unió sus pisadas
El sapo sonriente
el invierno amigo
el negro bigote
y las estrellas altas
nacieron de nuevo
en nuevas miradas
huérfanas de miedo
radiantes de rabia
en las calles del invierno
una jauría de miedos
lo perseguía con ira
un negro bigote
le devolvía las fuerzas
tres preguntas torpes
lo espiaban desde afuera
presagios del viento
rozaban su cara
murmullos de sueños
lo golpeaban con varas
El gran cuervo esperaba
en un oscura esquina
con relojes de plata
y una sucia silla
se encendía la noche
tras sus pisadas
su corazón como un bote
temblaba y temblaba
un dulce recuerdo
le rompía la frente
mil millones de soles
inundaban su cara
Se abalanzo el negro cuervo
sobre el sapo asustado
mas las estrellas del cielo
su vuelo trucaron
cuchillos de luces
sus alas cortaron
el cuervo de bruces
rasguño el asfalto
El sapo silente
contempló lo pasado
una tenue sonrisa
germinó en sus labios
las tres preguntas torpes
enterraron al pájaro
bajo un mar de tierra
y una isla de asfalto
El invierno se hizo amigo
y los invito a festejarlo
con empanadas de pino
y un vino añejado
cantando canciones
besaron el alba
de aquel día azul
que unió sus pisadas
El sapo sonriente
el invierno amigo
el negro bigote
y las estrellas altas
nacieron de nuevo
en nuevas miradas
huérfanas de miedo
radiantes de rabia