Dicen que
fuiste casto
y que tu
madre
te pario
virgen,
pero yo te
sé
comiendo y
bebiendo
con putas y
publicanos,
renunciado
al
privilegio de las tradiciones
para poner
en primer lugar
a tus
hermanos
te sé
buscando vino
para alegrar
la fiesta,
inventando
cuentos
para dar
esperanza
a quienes la
necesitaban
y llorando
como un niño
ante la
muerte de tu amigo
Por eso me
imagino
que también
te habrá pasado
esto de
quedar enredado
en los ojos
y el pelo
de una
muchacha
No lo dicen
los evangelios
ni los
teólogos, ni los doctores,
pero creo
que tu corazón
habrá
temblado más de una vez
ante el
abrazo o la ausencia
de quien
amabas
Por eso
hoy vengo a
pedirte compañero
que me
enseñes tu modo,
de abrazar
sin herir,
de besar sin
marcar,
de hacer del
corazón un nido
sin trampas
ni rejas
Vos que
supiste amar
desde la
libertad y la entrega
ayúdame a
seguirte también
en este
camino
donde dos
manos asidas
deciden
envejecer juntas