Un grito
se gesta en el
barro
un temblor de
hambre
y pies descalzos
una lagrima
inunda la siembra
sangre hermana
-mucha sangre-
se derrama
en la tierra
El mercado
sacrosanto
y sus prebendas
acuchillan sin
piedad
nuestra inocencia
El viejo Caín
disfrazado con
promesas
impone nuevos
rumbos
de terror y de
miseria
En nuestra carne
el dolor se hace
costumbre
y la necesidad
una certeza
Hay sangre
hermana
-mucha sangre-
perdiéndose
en la niebla
¿Habrá que poner
la otra mejilla
o sentarse a
llorar
entre las
piedras?
¿Habrá que
esperar
algún milagro
o venderse al
confort
del silencio
y la indolencia?
Hay sangre
hermana
-mucha sangre-
desgarrando
la conciencia
Y ya sabemos
que la primavera
no vendrá sola
habrá que
arrancarse
el invierno del
pecho
y escupir nuestra
rabia
en sus alcobas
tendremos que
cambiar
nuestras palabras
por trincheras
y elevar el puño
tan alto
hasta romper el
cielo
que bendice su
soberbia
habrá que invocar
al viejo fuego
e incendiar
nuestros cuerpos
hasta hacerlos
estallar
entre las sombras
tendremos que
sembrar
con nuestros
huesos
la justicia que soñamos
para esta tierra
porque hay sangre
hermana
-mucha sangre-
esperando
una respuesta
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Lo más bello de la Palabra, es que puede unir nuestras almas,a pesar de nuestras diferencias, aquí quise compartir algunas contigo, ahora espero las tuyas...Gracias.