Voy a llorarte esta noche
como se llora
el frío en el invierno
y el sol en el desierto
como se llora el hambre
al sur
de la ciudad que habito
no te has ido
nunca te fuiste
tu sonrisa
bordada en mis ojos
es mi pan de cada día
siempre que digo “amor”
te derramas en mí
y no sé defenderme
-nunca lo supe-
de la sabia incandescencia
de tus días
y dueles
-como mierda dueles-
tanto
que me he exiliado
de mí mismo
para no pensarte,
para no sentirte,
para no soñarte,
para no buscarte
en aquellos días
en que éramos
“nosotros”
pero hoy he vuelto
y me hago llanto
ante a la inmensidad
de esta noche
que aplasta mi pecho
con la inmensidad
de tu ausencia
como un bichito
trepo por los días
que forjamos juntos
y contemplo
ese sagrado espacio
que dejaste en mí:
tu sabiduría,
tus ojos,
tu ombligo,
tus dedos deformados,
tus labios,
tu inocencia,
tus sonidos,
tu risa,
tu ternura,
tu llanto,
tus sueños,
tu pelo,
tus gestos,
tu locura,
tus olores,
tu tacto,
tu humildad,
tu lengua,
tus vestidos…
-todo-
toda tú
estallas en mi
en esta noche
y mi universo
vuelve a ser creado
en el calor de
estas lagrimas
que besan mi rostro
y bendicen
ese trozo de tiempo
en que estuviste a mi lado
mientras,
mis labios murmuran te amo
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Lo más bello de la Palabra, es que puede unir nuestras almas,a pesar de nuestras diferencias, aquí quise compartir algunas contigo, ahora espero las tuyas...Gracias.