Más allá de
la noche
que me ciega
Más allá del
dolor
que me
paraliza
Aferrado a
tu mano
confío,
camino
Tu promesa
-brújula
invisible-
reconforta y
alimenta
a mis sueños
Tu amor
remoja mi
corazón
y mis huesos
en su calma
Tu voz me
repite
la misma
pregunta
que me
hiciste
hace tantos
años
Y yo
con la voz
temblorosa y
rota,
bautizado
en estas
lagrimas
amorosas
te digo
nuevamente
“creo”