I
Si algo puedo decir de ti
es que amo
tu líquida manera
de existir
A veces sos
una fuente en calma
en la que se reflejan
las cosas más lindas
de este mundo
-tu rostro por ejemplo-
por eso tantas veces
me quedo en silencio
mirándote
hasta que vos me preguntas
¿Qué pasa?
Yo te respondo distraído: “nada”
porque que lo quiero decirte entonces
no cabe, ni cabrá
en las palabras
Otras veces
sos una pequeña corriente
moviéndose alegremente
por la vida y las personas,
no hay lugar por donde pases
que no quede fecundado
con tu color y tu ternura
Dejarme recorrer por ti
es entonces indispensable
para entender
con justa medida
la increíble suerte
de estar a tu lado
En algunos días
te haces llovizna,
sos gris y leve
el mundo apenas puede
percibir tu existencia,
yo extiendo mi manos
y te adivino
en las pequeñas gotas tuyas
que me tocan,
no te veo
pero te sé ahí
hermosa como siempre
entonces yo
cierro los ojos
y te amo
Existen también días
en que te haces estruendo
río caudaloso y rabioso
que arrasa todo a su paso
destruyendo la injustica
o defendiendo tus sueños,
nada queda en pie
después de tu presencia
Me lo habías advertido
pero no es fácil escapar
de tanta fuerza,
en esos momentos
busco una distancia exacta
-a veces sin lograrlo-
para abrazarte y amarte
sin herirte
sin herirnos
En ocasiones sos
océano inmenso
ignoto y profundo,
perderse en vos es fácil
desear salir difícil,
conocerte entonces es
besar tu vida,
arrodillarme
ante tus historias,
tus miedos, tus sueños
tu poesía,
y agradecer al sol
por el privilegio
de poder sumergirme
en tu alma
Si algo puedo decir de ti
es que amo
tu líquida manera
de existir
calma,
alegre,
leve,
rabiosa,
inmensa,
hermosamente vos
hermosamente libre
II
Si algo puede decir de mí
debo admitir con vergüenza
que existen días
en los que pretendo encerrar
tu forma en la mía,
inseguro y ciego
construyo represas
para contenerte,
torpe y necio lastimo
lo que más amo de vos
tu libertad transparente
las alas de tu alma
Si algo puedo decir de mí
es que quiero
aprender a amarte,
inseguro,
ciego,
torpe,
y necio
como soy,
sin encierros
sin cadenas