30/12/16

Despedida

 


Aquí estamos,
hijos del mismo sol,
hechos de la misma carne,
grávidos del mismo dolor,
pero prisioneros
de distintas esperanzas

impelidos irremediablemente

a conjurar una estela
que dé razón
al aire que consumimos

Por eso no es extraño

que nuestros ojos
no se encuentren

que nuestras manos

traten de asir en vano
las caricias
que ayer las juntaban

y que nuestros pasos

se alejen inexorablemente
al compás de una canción
de cenizas y atardeceres

Y no es culpa

de las heridas
ni del tiempo

nos es lo que dijimos

o hicimos,
lo que callamos
u omitimos

Es la sombra

injerta en nuestros pechos
que al fin
ha comprendido

que el brillo

que perseguía
era sólo el reflejo
-reflejo sólo-
de la luz
que ha de colmar
su sentido.

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Lo más bello de la Palabra, es que puede unir nuestras almas,a pesar de nuestras diferencias, aquí quise compartir algunas contigo, ahora espero las tuyas...Gracias.